SUEÑOS DEL DESIERTO
Fugaces ciudadelas del placer de la imaginación, los festivales en el desierto se están volviendo más populares que nunca. ¿Por qué somos tantos los que seguimos al sol año a año?
Todos los años, cientos de miles de personas se escapan de la vida cotidiana en busca de festivales de música y arte en algunos de los lugares más yermos e imponentes del planeta. Elevándose entre las planicies de Nevada, Colorado y Monegros se forman ciudadelas temporarias, en busca del placer.
El fenómeno ha crecido de tal manera que ahora surgen réplicas a mucha menor escala en todo el mundo. Y mientras estas reuniones pueden variar ligeramente con respecto a sus ancestros prehistóricos que adoraban al sol, el propósito sigue siendo prácticamente el mismo. Seguro, las pieles de oso ahora son pasteles y los druidas fueron reemplazados por Drizzy, pero para los miles que se reúnen en estos oasis del desierto, el objetivo aún es buscar muestras ceremoniales de amor, paz, gratitud y (un poco de) locura.
“Las pieles de oso ahora son
pasteles y los druidas fueron reemplazados por Drizzy,
pero para los miles en estos oasis del desierto,
el objetivo aún es buscar amor,
paz, gratitud y (un poco de) locura.”
Así como todos los que han sacudido la cabeza al ritmo pulsante y continuo de la música durante cinco días, con un montón de extraños sin rostro, doy fe de que el festival en el desierto es mucho más que el espacio imaginativo al que uno ingresa. Se trata de recibir una golpiza sensorial en el medio de la nada, con gran cantidad de colores y sonidos peleándose por la atención de nuestros sentidos. Tiene que ver con quiénes nos convertimos y hacia dónde vamos: maestros y oficinistas se transforman en faunos, hadas y tragafuegos en una danza colectiva que no es un acto de fantasía sino más bien un retorno a nuestras identidades perdidas bajo el peso de la responsabilidad adulta.
Es un viaje hacia las regiones más hippies del alma. Y además no se puede negar que los festivales en el desierto ofrecen algunas de las oportunidades fotográficas más dignas de ser publicadas en un blog que te puedas imaginar. Esto explica el motivo por el cual quienes una vez documentaron sus "piernas de salchicha" sobre la arena dorada ahora eligen documentar torsos desnudos que se cuecen en la arena – el cabello voluminoso por el viento, los ojos semicerrados por el sol y glitter.
Si las utopías son una imposibilidad, entonces quizás sea la naturaleza temporaria de los festivales en el desierto lo que más se acerca a alcanzarlas. Al luchar contra los elementos inclementes en compañía de cientos de miles de otras criaturas de arena humanoides, es sorprendente notar la rapidez con la que sucumbimos al meneo colectivo de las masas. Aunque casi nadie recuerde a quién conoció o qué hizo, una cosa sí es segura: tres días después estaremos diferentes, nos miraremos en el espejo con una sonrisa tonta y un vago recuerdo de la persona que supimos ser.
"EL EVENTO MÁS SALVAJE DEL PLANETA"
“¿Un templo de 30 pies de altura quemándose
en la noche de Nevada, rodeado por cientos
de bailarines de fuego? Es difícil de describir.
Es como estar en una clase de
torbellino con bolas disco en toda la vastedad
del espacio, mientras bebes tequila con
un hombre disfrazado de lagarto, sobre un barco
pirata de dos pisos que viaja hacia el olvido,
vasto y estrellado…"
JOHN-PAUL PRYOR, Autor & Músico
“¿Desde cuándo el hedonismo tiene
tan mala reputación? En el diccionario aparece
definido como 'la creencia de que el placer o
la felicidad es el objetivo más importante de la vida'.
El hecho de que tanta gente haga tantas
cosas para perseguir este ideal me sugiere que
existe un grave desequilibrio placer-felicidad en
nuestras vidas cotidianas. Y ser feliz
quiere decir estar mejor equipados para
querer ayudar a otros a ser felices”.
RUBY WARRINGTON, Escritora & Astróloga
“Una reunión nocturna de 150 personas.
Gigantescos peñascos que se extienden por la
planicie hasta llegar a las fantasmales sombras de
la cordillera en el horizonte. Tierra rojiza
del desierto de California y las sombras inclinadas
de las yucas. Sintetizadores analógicos y
osciloscopios láser. El brillo de la luna, una vasta
alfombra de estrellas y la unión eufórica
con toda la existencia, en todos lados y por siempre...
Eso es lo que puedes hallar en el desierto”.
MR LEONARD IZZARD, Fotógrafo